El vicegobernador del Banco de Inglaterra para la estabilidad financiera, Jon Cunliffe, ha advertido que las criptomonedas podrían provocar una crisis financiera mundial homologable a la quiebra de Lehman Brothers de 2008 a menos que se introduzcan regulaciones estrictas.
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En un discurso pronunciado el miércoles, Cunliffe comparó el ritmo de crecimiento del mercado de criptoactivos, que ha pasado de 16.000 millones de dólares hace cinco años a 2,3 billones en la actualidad, con el mercado de hipotecas de alto riesgo de 1,2 billones de dólares en 2008.
"Cuando algo en el sistema financiero crece muy rápido, y crece en un espacio en gran medida no regulado, las autoridades de estabilidad financiera tienen que sentarse y tomar nota", dijo. "El mundo de las criptomonedas está empezando a conectarse con el sistema financiero tradicional y estamos viendo la aparición de actores apalancados. Y, sobre todo, esto está ocurriendo en un espacio en gran medida no regulado", agregó Cunliffe.
Sus comentarios se hacen eco de los del gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, quien advirtió que los inversores en criptodivisas deberían estar preparados para perder todo su dinero debido a la falta de "valor intrínseco" de los activos.
Sin embargo, Cunliffe llama a actuar de forma equilibrada, ya que gobiernos y reguladores deben tener cuidado de no reaccionar de forma exagerada ni clasificar los nuevos enfoques como "peligrosos" simplemente porque son diferentes, y también señaló que las criptotecnologías ofrecen una perspectiva de "mejoras radicales" en los servicios financieros.
Con todo, hizo hincapié en que, aunque los riesgos para la estabilidad financiera siguen siendo limitados por ahora, las aplicaciones actuales de los criptoactivos plantean una preocupación de estabilidad financiera, ya que la mayoría "no tienen valor intrínseco y son vulnerables a las grandes correcciones de precios".
