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La cumbre de la Unión Europea (UE) de este mes de noviembre ha pasado sin pena ni gloria para el drama del Brexit y no se han conocido avances en las negociaciones. Llegados a este punto, y dadas las escasas semanas que quedan hasta que cumpla la prórroga del 31 de diciembre, hay pocas posibilidades sobre la mesa: “Un pírrico acuerdo de libre comercio con potenciales concesiones en la pesca y las ayudas estatales contra el riesgo de el Brexit duro", expone Stephen Innes, analista de Axi.

Mientras los líderes de la UE y de Reino Unido se asoman al fracaso, los analistas coinciden en señalar que la libra esterlina estará en el centro de atención de los inversores, como también sus pares vinculados. La divisa británica ha sido una de las monedas del G10 de peor rendimiento en las últimas jornadas, “en parte por los informes de que algunos países de la UE insisten en que uno no trato es mejor que un mal trato”, apuntan los expertos de MUFG. Con todo, el desempeño del ‘cable’ (libra/dólar) es positivo desde finales de septiembre, pero sobre todo por la debilidad del dólar. Frente al euro, se mueve en un estrecho rango por debajo de las 0,90 libras.

Después de los acontecimientos de este jueves, cuando también ha trascendido que las negociaciones se han suspendido por un contagio de Covid, con todo, los observadores aún esperan un acuerdo a principios de la próxima semana o en la primera semana de diciembre, por lo que los inversores “no están realmente preocupados por el riesgo de que no se alcance un tratado de comercio”, agregan los expertos de la entidad nipona. Este panorama hace difícil que la libra protagonice un rally sustancial si efectivamente se cumplen las previsiones de los expertos y lo que el mercado tiene en gran parte descontado.

Las ayudas estatales a las empresas y los derechos de pesca siguen siendo los principales puntos de fricción en unas conversaciones que se han prolongado durante ocho meses. La UE quiere mantener su actual acceso a las aguas pesqueras de Reino Unido, mientras que Gran Bretaña se resiste a los esfuerzos del bloque para obligarle a firmar el nivel de igualdad de condiciones competitivas para las empresas.

Ahora, las negociaciones seguirán hasta la siguiente cumbre de la UE, que se celebrará el 10-11 de diciembre. Si no se ha firmado un acuerdo para entonces, es esperable que los preparativos para la salida del país del mercado único sin pacto figuren de forma prominente en la agenda. Cualquier tratado tiene que votarse en la última reunión de este año del Parlamento Europeo, que se celebrará del 14 al 17 de diciembre. El 31 de diciembre se estipula el fin del período de transición de Brexit. El último e inamovible plazo. Si las dos partes no han firmado un acuerdo comercial, Reino Unido sólo podrá comerciar con la UE bajo los términos de la Organización Mundial del Comercio.

Así las cosas, es probable que haya un movimiento mucho más amplio en la divisa si ambas partes no llegan a un acuerdo, con caídas de hasta el 10% en el ‘cable’, según indica Innes y de entre el 5% y el 10%, predice MUFG, mientras que la libra caerá un 9% ante el euro y en el euro/dólar se espera un movimiento negativo del 2%. En cambio, si finalmente se logra algún tipo de tratado, el rally de alivio será más modesto, de entre un 1% a un 4% para la libra/dólar, según el banco japonés, y de un 3%, según Innes. En el escenario de un divorcio amistoso, el experto de Axi apunta por una subida del 2% de la libra frente al euro y en el euro/dólar se espera un movimiento positivo del 1%.

“Más allá del yoyó del Brexit, las tendencias de la libra esterlina han estado estrechamente correlacionadas con el crecimiento mundial”, explica Innes. “Dado que el impulso de la vacuna podría ser una ayuda para el sector servicios, de gran importancia en la economía del Reino Unido, el movimiento Brexit sobre la libra esterlina podría quedarse en nada ya que la vacuna significa menos riesgos”, asume el experto.

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