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Tomás Malango, Director De Hidrógeno De Repsol; Emiliano López Atxurra, Presidente De Petronor, Y Javier González Pareja, Presidente De Bosch En España, En La Firma Del Acuerdo De Intenciones Para Explorar Proyectos En Hidrógeno RenovableREPSOL

Repsol ha presentado hoy su estrategia en hidrógeno renovable, una hoja de ruta que tiene por objetivo liderar el mercado en la Península Ibérica y situarse como tercer productor en Europa. El Director de Hidrógeno de la compañía, Tomás Malango, ha repasado el conjunto de proyectos e iniciativas que la compañía desplegará en toda la cadena de valor del hidrógeno renovable, con una inversión prevista de 2.549 millones de euros hasta 2030. Repsol empleará diferentes tecnologías para instalar una potencia de 552 MW en 2025 y 1,9 GW en 2030.

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El hidrógeno renovable es uno de los pilares de la compañía en su estrategia de descarbonización. Repsol es el primer productor y el primer consumidor de hidrógeno en España y utiliza este gas desde hace décadas como materia prima en sus procesos industriales.

DETERMINACIÓN Y LIDERAZGO EN TECNOLOGÍA

Repsol ya ha anunciado que ubicará plantas de electrolizadores en el entorno de sus complejos industriales. El pasado 20 de septiembre, Repsol comunicó la instalación del primer electrolizador en su refinería de Petronor, en Bilbao. Con una capacidad de 2,5 MW, la planta entrará en funcionamiento en el segundo semestre de 2022 y abastecerá tanto a la refinería como a algunas instalaciones del Parque Tecnológico de la Margen Izquierda, situado en el cercano municipio de Abanto y Zierbena.

Asimismo, la compañía ha anunciado la instalación de otras plantas de electrolizadores en las inmediaciones de sus centros industriales. Entre los proyectos ya anunciados destacan los electrolizadores de 100 MW que se situarán en las refinerías de Cartagena y Tarragona, y en la de Petronor. La compañía también construirá un electrolizador de 10 MW junto a Enagás y el Ente Vasco de la Energía (EVE) para abastecer a la planta de combustibles sintéticos que se instalará en el puerto de Bilbao.

Por otro lado, Repsol está adaptando sus infraestructuras de producción de hidrógeno convencional para la obtención de hidrógeno renovable a partir de biogás, empleando distintas tecnologías vinculadas con la economía circular, entre otras. De este modo, será capaz de producir hidrógeno a partir de residuos orgánicos de diferentes procedencias. Repsol ha realizado recientemente las primeras pruebas en este sentido en su refinería de Cartagena, donde ha fabricado combustibles de baja huella de carbono empleado hidrógeno renovable.

La empresa lleva más de una década apostando por la tecnología de fotoelectrocatálisis, cuya principal ventaja frente a las soluciones actuales es que sólo es necesario contar con agua y la luz del sol como materias primas para producir hidrógeno 100% renovable. Desde 2018, Repsol incorporó al proyecto a Enagás con el objetivo de acelerar el desarrollo y escalado de la tecnología y, actualmente, ambas compañías disponen de una planta piloto que está generando el gas renovable en el centro de investigación Repsol Technology Lab.

En palabras del Director de Hidrógeno de Repsol, Tomás Malango, “tenemos la ambición de llevar la tecnología a escala comercial antes de 2030, empezando por la planta de demostración de Puertollano, prevista para el año 2025”. “En caso de éxito, esta tecnología otorgará a España una posición de liderazgo tecnológico en la nueva cadena de valor del hidrógeno”, ha añadido.

La producción de combustibles líquidos de baja huella de carbono, especialmente los combustibles sintéticos, es un modo de almacenar energía para utilizarla más adelante o transportarla de una manera sencilla y eficiente. Con esta conversión se aprovecha al máximo la producción de energía renovable para almacenar el excedente que se produce cuando la oferta supera la demanda. Es asimismo una manera eficiente de exportar energía hacia nuevos mercados e impulsar una nueva economía del hidrógeno, generadora de industria, empleo de calidad, inversión y riqueza.

Repsol construirá en el puerto de Bilbao, junto con Saudi Aramco, una de las mayores plantas del mundo de combustibles sintéticos, utilizando hidrógeno renovable y CO2 como únicas materias primas. La planta se pondrá en funcionamiento en 2024 y tendrá una capacidad de más de 2.100 toneladas anuales.

En aspectos de movilidad, Repsol ha firmado recientemente un acuerdo con Talgo para colaborar en el impulso del tren de hidrógeno en la Península Ibérica y gracias al cual la compañía aportaría su infraestructura logística para abastecer de hidrógeno renovable la red ferroviaria.

LA ECONOMÍA DEL HIDRÓGENO RENOVABLE

España se encuentra en una situación de privilegio frente a otros países para capturar la oportunidad que genera la nueva economía del hidrógeno renovable gracias a la gran disponibilidad de recursos solares y eólicos. En febrero de este mismo año, Petronor y Repsol promovieron la creación del Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C) con el objetivo de impulsar la recuperación económica del País Vasco y del conjunto de España a través de la economía del hidrógeno, al mismo tiempo que se avanza en la descarbonización y se impulsan sectores estratégicos como la energía, la movilidad, la industria y los servicios. El consorcio ya ha conseguido reunir a 80 empresas, instituciones y centros de investigación que tienen previsto movilizar 1.431 millones de euros hasta el año 2026, destinados a la ejecución de 40 proyectos en toda la cadena de valor del hidrógeno, con el objetivo de crear más de 1.300 empleos y posicionar a la región como referente internacional en hidrógeno renovable.

El 14 de mayo se anunció la constitución del Valle del Hidrógeno de Cataluña, impulsado por Repsol y Enagás, y coordinado por la Universitat Rovira i Virgili (URV). La iniciativa ya cuenta con más de un centenar de empresas y organizaciones adheridas. Además, Repsol es uno de los socios impulsores del Valle del Hidrógeno de la Región de Murcia.

Por otro lado, Repsol y EDP acaban de formalizar una alianza para promover conjuntamente la producción de hidrógeno renovable en la Península Ibérica. El acuerdo contempla, en una primera fase, tres oportunidades de inversión en distintos emplazamientos. Repsol liderará el proyecto localizado en el País Vasco, cuyo objetivo es instalar un electrolizador a gran escala, dentro de la iniciativa del Corredor Vasco del Hidrógeno. Por su parte, EDP liderará un proyecto en Asturias con el que se pretende crear un Valle del Hidrógeno en esta comunidad autónoma, así como un proyecto en Sines (Portugal), aprovechando las sinergias entre las operaciones de Repsol en su complejo petroquímico, como potencial usuario de gas renovable, y el papel de EDP como proveedor de energía. Con este acuerdo, ambas compañías ponen de manifiesto, una vez más, la importancia de la colaboración, tanto entre entidades públicas como privadas, para afrontar con éxito y rapidez la transición energética. Según Tomás Malango, “conceptualizamos la descarbonización no solo como una palanca ambiental, sino también financiera y orientada a los negocios, y los valles del hidrógeno son una oportunidad de negocio para España”.

UNA ESTRATEGIA ALINEADA CON LOS OBJETIVOS GLOBALES

La estrategia que presenta hoy Repsol se encuentra perfectamente alineada con los objetivos marcados tanto por la Unión Europea como por el Gobierno de España. La Fuel Cells and Hydrogen Joint Undertaking, una iniciativa público-privada que actúa como herramienta de la Comisión Europea para promover la investigación y el desarrollo de tecnologías de hidrógeno y pilas de combustible en Europa, ha marcado como objetivo alcanzar la capacidad de 40 GW y multiplicar por siete su presencia actual en el mix energético, hasta el 13% en 2050.

El reciente paquete regulatorio lanzado por la UE, Fit for 55, apoya asimismo el despliegue del hidrógeno renovable, con medidas que contemplan por ejemplo el establecimiento de cuotas mínimas de uso en 2030 (al menos un 50% en la industria, cuota del 2,6% en combustibles renovables de origen no biológico y del 0,7% en combustibles sintéticos para aviación). En España, el objetivo marcado por la Hoja de Ruta del Hidrógeno publicada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en octubre de 2020 apunta hacia los 4 GW de capacidad instalada en 2030, para lo que el Gobierno financiará su desarrollo con 1.550 millones de euros proce dentes de los fondos Next Generation hasta el año 2024.

Sin embargo, para alcanzar dichos objetivos, además de los incentivos públicos que incrementarán la competitividad del hidrógeno renovable, será necesaria la colaboración público-privada para poner en marcha grandes proyectos industriales en toda la cadena de valor del hidrógeno renovable y un marco jurídico estable y favorable para el desarrollo de las iniciativas intensivas en capital.

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