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Variante COVID Omicron© Alberto Sánchez

Desde el pasado 26 de noviembre hay un nombre que resuena en todos los lugares del mundo: Ómicron. Esta letra griega ha adquirido otro significado desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) le pusiera ese nombre a la nueva variante del coronavirus, descubierta por primera vez en Sudáfrica. Poco se sabe de ella, pasada ya más de una semana, aunque la incertidumbre sigue golpeando a los mercados con cada nuevo contagio que se descubre.

“La nueva variante del Covid causa pánico en los mercados financieros”. Con este titular abría Bolsamanía el día que se descubrió Ómicron. Pronto, las bolsas europeas se venían abajo. Mismo camino que siguió Wall Street.

Reino Unido canceló los viajes de origen y destino Sudáfrica, Namibia, Lesotho, Eswatini, Zimbaue y Botsuana, una medida que no pretendía generar alarma aunque sí tomar precauciones, tal y como dijo Sajid Javid, Secretario de Estado de Sanidad y Asistencia Social británico. A ello se sumaron otros tantos países de la Unión Europea. España se limitó a restringir los viajes con Sudáfrica y Botsuana, mientras la Comisión Europea proponía a los Estados miembros una estrecha colaboración para activar el freno de emergencia en las conexiones con la región de África meridional.

Desde ese momento, el miedo a una variante más contagiosa que las anteriores que pudiera provocar una nueva ola asoló al mundo. B.1.1.529, el nombre científico de Ómicron, porta una gran cantidad de mutaciones en su proteína de pico, que juega un papel clave en la entrada del virus en las células del cuerpo. “Es realmente preocupante a nivel mutacional", decía el científico sudafricano Tulio Oliveira en una conferencia de prensa celebrada el jueves 25 de noviembre. Por el momento, eso sí, no se ha podido confirmar que sea más letal.

La OMS se reunió de urgencia el 26 de noviembre por la tarde y calificó la situación de “preocupante”. "En las últimas semanas, las infecciones han aumentado considerablemente, coincidiendo con la detección de la variante B.1.1.529. El número de casos de esta variante parece estar aumentando en casi todas las provincias de Sudáfrica", sostuvo.

El lunes 29 de noviembre volvió a salir para alertar del riesgo global “muy alto” de la nueva variante, con aumentos de contagios en algunas zonas que lleven a “graves consecuencias”. "Dadas las mutaciones que pueden conferir un potencial de escape inmunológico y posiblemente una ventaja de transmisibilidad, la probabilidad de una posible propagación adicional de Omicron a nivel mundial es alta", declaró.

Precisamente, a lo largo de la semana se han ido conociendo los primeros contagios en diferentes países de nuestro entorno, como los 13 positivos de Países Bajos, que algunos apuntaban que podrían ser solo la punta del iceberg; o el primero en España. En Estados Unidos tardó un poco más en llegar, aunque tuvo su repercusión directa en Wall Street. La renta variable americana se giró en cuanto el doctor Anthony Fauci lo anunció en rueda de prensa.

Las vacunas pueden ser muy útiles para contener la posible ola de Ómicron. De hecho, el lunes 29 de noviembre se llegó a publicar que Moderna podría tener lista la suya a principios de 2022, unas afirmaciones que un día después quedaron en saco roto, cuando su CEO reconoció la menor eficacia de las vacunas existentes contra la nueva variante.

LA POSIBLE REPERCUSIÓN EN EL MERCADO

Con esta incertidumbre, la volatilidad se ha instalado en los mercados. Los expertos de Link Securities, por su parte, recomiendan no “volverse locos” y aguantar si se es inversor a largo plazo, o aprovechar las oportunidades y buscar beneficio al alza o a la baja si se es cortoplacista con una amplia tolerancia al riesgo.

A este respecto, inversores como Bill Ackman, fundador y consejero delegado de Persing Swuare Capital Management, han llegado a afirmar que Ómicron puede resultar “alcista” para la renta variable. No correrá la misma suerte la renta fija, que será bajista, según sus predicciones.

De hecho, tal y como se publicaba en Bolsamanía el 1 de diciembre, los informes de los expertos son más bien 'optimistas' a la hora de sopesar el impacto de Ómicron, en un intento de relativizar su influencia. De hecho, la firma Intron Health ha llegado a apuntar que podría ser “el principio del fin de la pandemia”. Se escudan en los síntomas leves que muchos expertos han dicho que provoca. “El virus se dirige hacia la fase endémica en nuestra opinión, volviéndose más parecido a la gripe", sentencian.

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