La política energética de Europa evidencia y aumenta la ventaja de Estados Unidos
Bruselas ha propuesto diversos impuestos y una reducción del consumo para aliviar los precios
La crisis energética que atraviesa Europa sigue teniendo al gas como principal protagonista. Las medidas propuestas por la Unión Europea para contener las facturas y hacer frente a la escasez de suministro procedente de Rusia han recibido elogios y críticas a partes iguales. El tope a los precios del gas se ha quedado fuera de la lista de medidas que debatirán los Veintisiete la próxima semana, una serie de propuestas entre las que destacan el gravamen “solidario” a las compañías de combustibles fósiles, como petroleras o gasistas, y el límite de entre 180 y 200 euros por megavatio hora (MWh) para las tecnologías inframarginales, como las renovables o la nuclear. Esta maniobra de Bruselas pone blanco sobre negro la ventaja que el sector energético estadounidense tendrá sobre el europeo.