El chalé de Iglesias: populismo inmobiliario

ep montero e iglesias durantereunion rumbo 2020 la revoluciones feminista 20180519192502

A la gran mayoría de los maduros electores españoles les parece sin duda perfectamente que sus líderes políticos más eminentes, altos dirigentes de partido o representantes en las más altas instituciones, formen parte de la clase media y vivan, por tanto, en las urbanizaciones de los arrabales de las ciudades donde se instala el estrato intermedio de la población, entre los barrios más modestos y las zonas más ricas. Han sido los populistas los que, por pura demagogia, han pretendido someter a la clase política a unos cánones de austeridad tan absurdos como destructivos. La pretensión de que los salarios públicos no excedan de tres veces el salario mínimo es sencillamente ridícula, y, de aplicarse, reduciría a un erial el territorio político. Porque lo lógico es que los niveles salariales público y privado tiendan a aproximarse para que puedan ir a la política ‘los mejores’, como pretendía con sentido común Ortega. Y la realidad es que hoy, con salarios bajos en lo público aunque no tanto como querría Podemos, a los mejores de las generaciones emergentes ni se les pasa por la cabeza dedicarse a la política, una profesión mal pagada y desprestigiada por la corrupción.

contador

Noticias de política