Que separe el tiempo
Vivir deprisa y morir de pronto, a veces no hay más veces, no malgastes ni un segundo. Las primeras luces de la aurora se filtraban a través las cortinas la última vez que me dijiste “te quiero infinito”, -pero cuando ya no queda nada, el infinito tiende a cero-. Fue la mañana en que despertamos juntos sin saber que sería la última.