Alrededor de 3.000 menores de 18 años han sufrido una parada cardíaca extrahospitalaria en lo que va de año
MADRID, 14 (EUROPA PRESS) La reanimación cardiopulmonar (RCP) y el uso del desfibrilador por parte de los testigos mejoran las tasas de supervivencia hasta en un 80 por ciento y disminuyen el daño neurológico en las víctimas, que en lo que va de año han sido 3.000 menores de 18 años fuera de los hospitales, lo que reduce su probabilidad de sobrevivir en un 20 por ciento.