Vivir solo no significa pagar más: también se puede ahorrar en las facturas del hogar
Revisar bien los servicios contratados reduce el importe de las facturas más de un 19%
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Compartir la vivienda con la pareja o la familia suena a repartir gastos, con lo que se suele pensar que vivir solo supone un mayor desembolso, por lo menos a la hora de abonar las facturas. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Cualquier hogar, independientemente de su número de miembros, puede evitar el gasto de unos cuantos euros a final de mes. Eligiendo los proveedores más adecuados y poniendo en práctica algunas medidas puede conseguirse el ahorro de más de 1.600 euros al año.